JUEVES, 28 DE MARZO DE 2024. Jn 13,1-15
JUEVES SANTO
Hoy, Jueves Santo, comenzamos el
Triduo Pascual. Sobre él nos dicen las "Normas universales sobre el año
litúrgico" lo siguiente: "Ya que Jesucristo ha cumplido la obra de la
redención de los hombres y de la glorificación perfecta de Dios principalmente
por su misterio pascual, por el cual muriendo destruyó nuestra muerte y
resucitando restauró la vida, el Triduo santo pascual de la Pasión y
Resurrección del Señor es el punto culminante de todo el año litúrgico. La
preminencia que tiene el domingo en la semana, la tiene la solemnidad de Pascua
en el año litúrgico" (n.18). El Triduo comienza con la misa vespertina de
la Cena del Señor, tiene su centro en la Vigilia Pascual y termina con las
Vísperas del Domingo de la Resurrección. En la oración colecta de la Eucaristía
vespertina del Jueves Santo se nos dice: "Señor Dios nuestro, nos has
convocado hoy (esta tarde) para celebrar aquella misma memorable Cena en que tu
Hijo, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el banquete de su
amor, el sacrificio nuevo de la alianza eterna; te pedimos que la celebración
de estos santos misterios nos lleve a alcanzar plenitud de amor y de
vida". En esta oración se compendia todo lo que se celebra en esta
Eucaristía. En efecto, en esta Cena Cristo anticipó su donación en la cruz,
dando sacramentalmente su Cuerpo destrozado, al día siguiente, y su Sangre
derramada para el perdón de los pecados. Con ello instituía también el
sacerdocio ministerial comunicándolo a los Apóstoles cuando los exhortaba:
'Haced esto en memoria mía'. De ello nos hablan las lecturas bíblicas. En la
primera de ellas (Ex.12,1-14) se nos narra la pascua judía, figura y anticipo
de la Pascua de Cristo. Él es el verdadero Cordero y Pascua de salvación de los
cristianos. En la segunda (ICor.11,23-26) se recoge la descripción más antigua
que conocemos de la Eucaristía cristiana. El Apóstol advierte que la narración
que él hace la ha recibido de una tradición que viene del Señor y que él a su
vez la transmite. Pablo sitúa esta primera Eucaristía 'en la noche en que iban
a entregarlo'. El Evangelio (Jn.13,1-15) nos sitúa en un entorno similar:
'antes de la fiesta de Pascua...'. El evangelista quiere subrayar el acto de
amor inconmensurable que significa la entrega de Jesús: 'habiendo amado a los
suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo'. Esta entrega, esta
actitud de servicio incluye desde el lavatorio de los pies y la donación de la
propia vida. Este es también el día del amor fraterno. Jesús nos amó hasta el
extremo y nos dejó a modo de testamento el Mandamiento Nuevo: 'Amaos los unos a
los otros como yo os he amado'. Ante tanta riqueza litúrgica, solo cabe una
actitud de profunda contemplación en el silencio meditativo.